Una delicia la gallina de Guinea ahumada, un manjar que debes probar. El desayuno, tan abundante y variado, me llenó de energía cada mañana. Además, ¡la ubicación es un verdadero lujo! Entre el metro cerca y la Torre Eiffel al alcance, no hay mejor lugar para saborear París y sus cafés, como el Café Beaujolais, a solo un pasito.

Un poco de calor en la habitación a la hora de dormir, y al cambiarme de habitación, tuve problemas con el inodoro. Pasar por todo esto a las 11:30 de la noche fue un rollo. Aunque el hotel tiene su encanto, la falta de compensación por las molestias dejó un mal sabor. La marca Mercure podría mejorar mucho en este aspecto.

Lo que no te cuentan

La ubicación es inmejorable, a pasos de la Torre Eiffel y con fácil acceso al metro. Sin embargo, las habitaciones son demasiado pequeñas, y la atención del personal es inconsistente, con algunos amables y otros poco atentos. Además, he notado problemas de mantenimiento y limpieza que afectan la comodidad. Ideal para visitar París, pero necesita mejorar en varios aspectos.

La habitación estaba demasiado sucia, muy incómodo.

La atención brillante del personal

El hotel tiene una ubicación increíble, justo al lado de la Torre Eiffel. El personal fue excepcional, siempre sonriente y dispuesto a ayudar con cualquier duda. La limpieza fue impecable y el desayuno tuvo una buena variedad, incluyendo opciones deliciosas de pan y pasteles.

Sin embargo, la habitación era bastante pequeña y faltaba espacio de almacenamiento. Además, el gimnasio tenía algunas máquinas en mal estado y no era lo que esperaba para el precio pagado.

La vista desde este hotel es inmejorable, al estar justo enfrente de la Torre Eiffel. Además, el acceso es simple gracias a que está cerca de varias estaciones de metro y autobús, lo que facilita la movilidad por la ciudad.

La habitación que ocupé era bastante pequeña para el precio, apenas tenía espacio para moverse, lo que me resultó incómodo. Además, el lavabo mostraba problemas de drenaje, lo que generó un olor desagradable. Las instalaciones del gimnasio parecían de segunda mano. la mayoría de las máquinas estaban en mal estado y no se podían utilizar. Atribuir ese coste a la calidad y el confort realmente no se siente justificable.

la habitación era tan pequeña que casi no había espacio para moverme, algo inaceptable por el precio que pagué. además, el lavabo estaba semi atascado, como si no se cuidaran de las necesidades de los inquilinos. y para colmo, esperaba al menos un gesto de atención, como un upgrade, pero no, nada. decepcionante.

Es un hotel acogedor con habitaciones bien equipadas y tranquilas, y una excelente atención por parte del personal.

Estuve en este lugar para disfrutar de la Torre Eiffel y realmente no me decepcionó. La cercanía a esta maravilla y la facilidad de transporte me hicieron sentir que estaba en el corazón de París. Además, el desayuno era variado y me encantó comenzar mis días con esas opciones. Las habitaciones eran acogedoras, y aunque pueden ser pequeñas, el ambiente era perfecto para relajarme después de un día de exploración por la ciudad luz.

Cercanía perfecta a la Torre Eiffel

La ubicación es brutal, a solo una calle de la Torre. El desayuno era riquísimo y variado, ideal para empezar el día. La cama era realmente cómoda, aunque la habitación un poco caliente a veces. me gustó que había un bar donde relajarse un rato después de un día explorando París.

la ubicación es increíble, justo al lado de la torre. el aire acondicionado no funcionaba.

Una experiencia inolvidable en el corazón de París

La cercanía a la Torre Eiffel hizo nuestro viaje mágico. Disfrutamos de la jacuzzi en la habitación y el amigable recepcionista Max que nos ayudó con todo. Recomiendo aprovechar el wifi veloz y subir al gimnasio para disfrutar de las vistas. ¡No olviden probar el desayuno!

Ubicació immillorable, a dos passos de la Torre Eiffel. Habitació còmoda, amb un bon esmorzar. El personal molt amable, tot i que a vegades una mica lent. Ideal per gaudir de París i les seves vistes. Preu una mica alt per les habitacions petites, però val la pena!

Ubicación inmejorable y la calefacción en el hotel fue como un abrazo que no sabía que necesitaba. ¡Amé estar tan cerca de la Torre Eiffel! Cuánto más querría quedarme aquí en mi próxima visita!

Sin embargo, el espacio en la habitación era más escaso que mis galletas en la merienda.

La cercanía a la Torre Eiffel fue lo mejor de esta estadía. Estuve en una Classic Double Room y pagué un precio considerable, pero me decepcionó un poco el espacio. La habitación era pequeña y con poco lugar para guardar mis cosas. El baño estaba dividido, lo que resultó algo incómodo. En cuanto al servicio, el personal varió entre amabilidad y desinterés. algunos parecían más ocupados que otros. El desayuno, aunque variado, no siempre estaba repleto, y el café podría mejorarse. Lo positivo de la estancia fue la estación de metro tan cerca, facilitando los traslados por la ciudad. Sin embargo, el ruido en el pasillo durante la noche afectó mi descanso, lo que no es ideal. En general, la ubicación es excelente, pero deberían mejorar ciertos detalles para que la experiencia sea más agradable.

Este lugar me queda perfecto, tiene todo lo que necesito como wi-fi, bar, gimnasio y recepción las 24 horas. Recuerdo que en mi primera estancia, el personal me ayudó a encontrar un collar perdido. ¡No puedo esperar para volver en mi próxima escapada!